Ni Tinder le hace sombra


Por  Norma Anaya


Más de 100 años de historia y tradición siguen vivos en torno al “Roble del novio“ (Bräutigamseiche, en alemán), el único árbol en el mundo con código postal. 


Al paso del tiempo, ni la “revolución tecnológica”, con todo y redes sociales especializadas, han logrado hacerle sombra cuando de encontrar pareja se trata.


Es difícil imaginar que, en tiempos de Tinder, OkCupid, Bumble, Happn, Badoo y hasta Facebook, las cartas sean todavía la manera en la que muchos desean conocer a su otra mitad.


Más aún, que el envío se haga “a ciegas“ al código postal de un árbol en medio del bosque, cerca de la cabaña forestal de Dodau, Eutin, en el norte de Alemania.



Ante la oportunidad de visitar la atractiva y cultural ciudad alemana, en el estado de Schleswig-Holstein, -una región que por su belleza se conoce como la Suiza de Holstein (Holsteinische Schweiz)-, de ninguna manera me perdería la oportunidad de ir al sitio.


A la fecha, decenas de cartas llegan desde el interior del país, incluso de otras partes de Europa y el mundo, al “buzón muerto“ del enorme, viejo, pero todavía frondoso roble, en busca de un destinatario que desee entablar relación con el remitente, a veces hasta con intención de matrimonio.

¿Funciona? La cifra sobre el número de matrimonios consumados no es precisa, pero se habla de más de 100. Hasta hoy, -desde 1891 cuando se realizó la primera boda bajo la copa del roble-, el árbol sigue cumpliendo con su función y las personas acuden a él con la ilusión de dar con la carta y la persona indicada.

Para mi sorpresa, justo cuando llegamos al lugar, una mujer alemana se encontraba en lo alto de la escalera de tres metros sacando las cartas de un hueco de apenas 30 cm, y dos más permanecían sentadas sobre una de las bancas de descanso que bordean el roble. Nos comentó que buscaban pareja para su amiga.



¿Cómo empezó todo?

Una leyenda cuenta que el hijo de un príncipe celta plantó el roble en agradecimiento, ya que, estando atado a un árbol en el bosque fue liberado por una niña cristiana.

Expertos creen que esto fue un invento de los misioneros cristianos para reinterpretar la creencia pagana en los robles, aunque la iglesia todavía celebra ahí un popular servicio de lunes de Pentecostés.

De acuerdo con datos de la Oficina de Turismo de Eutin, el doble roble de más de 500 años, 25 metros de altura y cinco de circunferencia, recibió su nombre a raíz de una boda que se consumó bajo sus ramas el 2 de junio de 1891, de la que, existe una fotografía como testigo.



“La hija del silvicultor de Dodau, la Srita. Ohrt, y el hijo de un fabricante de chocolate de Leipzig, el Sr. Schütte-Felsche, se amaban, pero sus padres no les permitían estar juntos, por lo que comenzaron a escribirse cartas en secreto, las cuales depositaban en un nudo del viejo roble“, cuenta la historia.


Al paso del tiempo, y al tanto de las cartas que los enamorados se escribían, los padres se convencieron de que el amor entre los jóvenes era real y cambiaron de opinión permitiendo que se casaran, en una ceremonia que se realizó debajo de la copa del roble como testigo de su amor.


El Código Postal


El suceso trascendió de boca en boca y cada vez más enamorados utilizaban el pequeño nudo del árbol para depositar cartas, por lo que en 1927 fue necesario instalar una escalera para subir hasta ahí, y la oficina de correos empezó a entregar las misivas en el lugar.


Desde entonces, quien escribe una carta, envía una tarjeta o fotografía para hacer contacto o buscar pareja, a Bräutigamseiche, Dodauer Forst, 23701 Eutin, éstas llegan al hueco del roble a través de un cartero de la oficina de correos. Incluso, uno de los mensajeros asignados fue contactado por una mujer y más tarde se casaron.



Es importante comentar que el secreto postal no aplica en este caso y quienes deseen hacer contacto, pueden acudir al lugar a sacar cartas del nudo; leerlas, tomar y contestar la que sea de su interés y devolver las demás a su lugar en espera de que lleguen a manos alguien más.


Hay una placa que se encuentra en el lugar, en la que se explica que el número de cartas que se envían al código postal varía a lo largo del año, pero hay registro de hasta 40 en un día, sobre todo en el verano, temporada en la que el idílico lugar sirve de descanso para un picnic después de una caminata o un paseo en bicicleta.


La otra boda


El "Roble del novio" se casó simbólicamente en 2009 con el "castaño Himmelgeister" de Düsseldorf. El solitario árbol en los prados del Rin también tuvo una historia agitada y desde 2007, al igual que el Bräutigamseiche, tenía su propia dirección postal oficial con buzón, pero el árbol murió de una enfermedad, por lo que fue cortado. Solo queda como recuerdo una escultura con parte de su tronco.


Son innumerables las historias alrededor del Bräutigamseiche y de las personas que, con el afán de encontrar pareja, escriben y mandan sus cartas abiertamente, lo que tarde o temprano tiene su recompensa, con las otras tantas que -como pudimos constatar-, llegan al lugar para leerlas.




Todas las cartas y una que otra fotografía que tuvimos en nuestras manos, junto con las que estaban tiradas alrededor del árbol y recogimos, pasaron en forma directa a manos de otra pareja de chicas que llegaban al lugar en busca de ellas.


Lo que no hicimos y quizá por ello valga la pena regresar, es cumplir con la interesante costumbre: Si una chica camina en silencio y sin reírse, tres veces alrededor del árbol a la luz de la luna llena pensando en su amado, se casará en un año.



(FOTOS: NA  Y JMW)


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hyatta Place estrena hotel en Cancún

50 años de lujo, perfumes y belleza en México

Secrets Mirabel: el lujo solo para adultos en Cancún