Las fascinantes auroras boreales en Canadá
#SabíasQue
El nombre de “auroras boreales” proviene de “Aurora”, la diosa romana del amanecer, y de “Bóreas”, el dios griego del viento del norte.
Este efecto de luces danzantes ocurre en el hemisferio norte cuando las partículas eléctricas del sol ingresan en la atmósfera terrestre y chocan con gases como el oxígeno y el nitrógeno.
Después de saber esto, se hace aún más atractivo comprender por qué nuestro vecino país del norte, Canadá, se convierte en un sitio muy especial, además de cercano, para vivir la experiencia.
La aventura comienza
Los destellos brillantes que bailan en el cielo son tan impresionantes como caprichosos y esquivos, así que la sugerencia es empacar una buena dosis de paciencia y varias capas de ropa para las noches largas y emocionantes.
Aunque parezca que hay una fórmula secreta para presenciar este espectáculo, la realidad es que basta con visitar durante el invierno sitios como Yukón o los Territorios del Noroeste, en Canadá, para darte cuenta de que encontrarte con las luces del norte no es tan difícil como parece.
¡Si comienzas a planear desde ahora tu próxima aventura invernal! En los Territorios del Noroeste, considerado el mejor lugar de Canadá (y del mundo) para ver las auroras boreales, el invierno es la época ideal para observar el espectáculo nocturno al que se suma un blanco paisaje nevado.
La noche perfecta en el destino empieza con un chocolate caliente entre tus manos, mientras te pones cómodo y bien abrigado en Aurora Village, una aldea de tipis ubicada afuera de la ciudad de Yellowknife, especialmente diseñada para observar este prodigio.
Puedes añadir una pizca de emoción a tus días programando recorridos de Northern Tales o Boréale Explorers, que incluyen paseos en raquetas de nieve, motos o bicicletas todo terreno, pesca en hielo, trineos jalados por perros y campamentos al estilo de los buscadores del oro.
Si lo que quieres es "tener pila” para la función de luces nocturnas, entonces descansa y ponte cómodo en Aurora Centre, ya sea en una yurta aislada o un tipi, como el que usaban las Primeras Naciones de Canadá como hogar nómada, para disfrutar en primera fila de este alucinante y etéreo espectáculo.
(Fotos: cortesía)



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