Apacible Wilhelmshaven
La ciudad alemana fue prácticamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial (al menos al 60%). Sin embargo, al igual que muchos otros sitios del país, se volvió a poner de pie y hoy, es un pequeño destino turístico que encanta, con una de las vistas más impresionantes a la Bahía de Jade, (Jadebusen) Patrimonio de la Humanidad.
El recinto portuario -fundado en 1869-, con ubicación estratégica en el norte del país, en el estado de Baja Sajonia (Niedersachsen), fue en aquel entonces la base de la Marina alemana y también de los U-boot alemanes (sumergibles y submarinos), lo que sin duda lo marcó como punto estratégico para su destrucción.
En la actualidad, el lugar sigue siendo base importante de la Marina alemana, aunque al paso del tiempo muchas cosas cambiaron y el pequeño, pero atractivo destino logró capitalizar su oferta marítima en todos sentidos para atraer turismo, sobre todo regional.
Esta bahía, además de ser una reserva de la biosfera, forma parte del Parque Nacional del Mar Frisia de Baja Sajonia (Nationalpark Niedersächsisches Wattenmeer), uno de los parques nacionales del área declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 2009.
Lo que en determinado momento hizo vulnerable al puerto de Wilhelmshaven, ahora es su principal activo turístico y fortaleza.
Si bien la ciudad lució un tanto serena, por las medidas ante la pandemia de Covid-19, el destino es el lugar idóneo para un apacible paseo al aire libre y, con suerte, retome su esplendor en el verano, ya que sus playas, sobre todo el Suedstrand (con muchos cafés y restaurantes), son también un importante punto de encuentro.



Comentarios
Publicar un comentario